Retinopatía hipertensiva

¿Qué es?

Es el conjunto de manifestaciones oculares que tiene lugar en la retina como consecuencia de la hipertensión arterial. Cuanto más alta sea la presión arterial y mayor el tiempo que ésta permanezca elevada, es probable que el daño ocular sea más grave. La gravedad también dependerá́ del estado previo del árbol vascular retiniano y de la rapidez de instauración de la hipertensión. Existen otros factores asociados que pueden agravar la retinopatía hipertensiva, como son: la arteriosclerosis, la edad avanzada, la diabetes, etc…

El aumento crónico de la presión sanguínea provoca daños sobre los vasos retinianos y los tejidos que los envuelven. Los dos cambios fundamentales que ocurren son los el incremento de la permeabilidad vascular que puede llevar a edema retiniano (hinchazón de la retina) y estrechamiento focal o generalizado de la vasos retinianos con el riesgo isquemia que conlleva (falta de riesgo sanguíneo).

Síntomas

El grado de lesión en la retina se clasifica en una escala del I al IV (clasificación de Keith-Wagener-Barker). El grado I no suele presentar síntomas, mientras que el grado IV puede implicar inflamación del nervio óptico y del centro de la retina; la mácula) con consecuencias severas sobre la visión. Distinguimos entre: la retinopatía hipertensiva crónica desde leve a moderada, que generalmente cursa de manera asintomática, y que suele detectarse de manera casual tras el examen oftalmoscopio de control y la retinopatía de larga evolución con hipertensión severa, donde los pacientes suelen acusar desde visión borrosa hasta pérdida grave de visión.

Existe la retinopatía hipertensiva aguda, también denominada maligna o acelerada, de aparición súbita y que se caracteriza por presentar altísimas presiones y acompañarse frecuentemente de fuertes dolores de cabeza. En este caso los daños sobre la retina y el nervio óptico son importantes y sus consecuencias sobre la visión potencialmente muy graves.

Tratamiento

No existe un tratamiento específico para la retinopatía hipertensiva, éste consiste en controlar de forma estricta y mantenida la presión arterial. Aunque en algunos pacientes con grado IV pueden tener daños permanentes y secuelas visuales, en general, un descenso de la presión se traduce en una resolución significativa de las lesiones retinianas.

Prevención

La importancia del examen del fondo de ojo en los pacientes hipertensión, la edad y de la coexistencia de otros factores de riesgo cardiovascular hacen necesaria el control periódico con el oftalmólogo para realizar un examen del fondo de ojo bajo dilatación pupilar.